El cuidado de la salud debe ser parte de nuestras prioridades para lograr tener una mejor calidad de vida. La detección temprana del cáncer de mama es vital para un buen tratamiento.
Entre los riesgos de padecer cáncer de mama se encuentran la edad, el historial familiar, los cambios heredados de ciertos genes BRCA 1 y BRCA 2, el uso prolongado de terapia hormonal combinada, el embarazo tardío o nulo, el periodo menstrual temprano y la menopausia a una mayor edad. Conocer los factores estudiados ayudan en la prevención y vigilancia en pacientes con alto riesgo. El mantenerse en una dieta saludable y estar físicamente activo son hábitos de vida para la reducción del riego.
Entre las evaluaciones que pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama se encuentra el autoexamen, mientras que entre los estudios más importantes está la mamografía. El carcinoma ocurre predominantemente en mujeres, pero también se desarrolla en un porcentaje de hombres. Consultar al médico es esencial en el seguimiento de los resultados y para la evaluación del método de diagnóstico ideal para cada paciente. La detección en etapas tempranas mejora las tasas de supervivencia con terapia reducida.
Tomando conciencia del cuidado de la salud y confiando principalmente en Dios se puede erradicar el cáncer de mama desde su etapa inicial.
