Hemos comenzado un nuevo semestre académico y estamos llenos de entusiasmo y de alegría porque el Señor nos brinda sus ricas y abundantes bendiciones. Con esta reflexión nos remontaremos al libro de los Salmos donde el salmista en el Salmo 23 nos habla de ese pastor que guía a su rebaño a manantiales de agua fresca y pastos de hermoso verdor. La universidad es ese lugar de aguas frescas que saciarán tu sed de conocimiento, mismo que se traducirá en herramientas que te ayudarán a crecer como persona. Los pastos verdes serán para ti el alimento que te ayudará a forjarte y a fortalecer tus valores, esenciales para la vida.
Queremos que sepas que Dios será tu guía y sostén durante tu peregrinaje por la vida universitaria. Nada te faltará porque Él ha prometido que estará contigo todos los días de tu vida. En el recinto de Barranquitas tienes ese espacio para que puedas dar rienda suelta a tus sueños y cuentas con la orientación y motivación de todo su personal para lograr tu meta académica. La vida nos presenta muchos retos y desafíos que requieren de determinación. Para enfrentarlos necesitas de la gracia y la fortaleza de ese Gran Pastor que con su cayado te infundirá las energías necesarias que te impulsarán hacia nuevos horizontes.
Solamente confía en la sabiduría del Divino Pastor que te confortará cuando las tormentas de la vida quieran arrebatarte el norte que has planificado para tu vida profesional. Dios camina junto a ti y por más difícil que se torne el camino, Él se encargará de iluminarlo para que no pierdas el rumbo y la ruta que te llevará al triunfo.
Las adversidades que la vida nos trae tienen un propósito y en cada situación que puedas enfrentar existe una gran oportunidad. Este Salmo 23 del cual te he estado hablando no solamente te brinda paz y seguridad, sino que también te da la certeza de que tu vida no ha de carecer de voluntad y determinación para seguir escalando peldaños.
Recuerda que has nacido para conquistar, para volar muy alto, para no conformarte, para no quedarte en la zona cómoda: has nacido para triunfar y alcanzar la victoria.
El éxito está en tus manos, no te rindas, sigue hacia adelante. Los desiertos vendrán, pero sabes que el Buen Pastor estará contigo sin importar las circunstancias. Aunque enfrentes a gigantes tendrás en tu corazón la convicción de que Dios camina junto a ti en todas y cada una de tus empresas. Graba en tu mente que Él te llevará en sus brazos, te ha de sostener y no vas a carecer de nada porque Él será tu todo.
Que Dios te bendiga y recuerda: somos tu familia, somos la Inter.