La labor que realiza el personal que trabaja en el Sistema de Justicia Criminal en Puerto Rico es encomiable pues realizan diferentes tareas en aras de que la ciudadanía cumpla con la ley para mantener el orden social. Entre sus variadas funciones está la intervención en situaciones de delitos. Las personas que forman parte de este sistema tienen la responsabilidad de prevenir la comisión de delitos, de investigar los ya perpetrados, de presentar la prueba en el Tribunal de Justicia y de procesar a quienes fueron encontrados culpables fuera de duda razonable. Esta adjudicación de responsabilidad viene acompañada del mandato constitucional a la rehabilitación moral y social del convicto en su Artículo VI, Sección 19 (Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1952). Es preciso resaltar que, para que se logre esa justicia que el Estado procura al responsabilizar y rehabilitar al convicto de delito, se tiene que ejecutar una investigación criminal de calidad.
Son varias las agencias que componen este sistema y que se encargan de administrar la justicia. Dentro de éstas se encuentra la Policía de Puerto Rico, que es el primer cuerpo gubernamental de seguridad y justicia. Los miembros de la Policía velan por el cumplimiento de las leyes, auxilian a ciudadanos en situaciones de emergencia y responden a eventos donde se denuncie la comisión de un delito. La Policía requiere estar estructurada de forma tal que pueda atender con peritaje la complejidad de las relaciones humanas en sus variadas manifestaciones. Para ello, existe una diversidad de oficinas, divisiones y negociados con entrenamiento en áreas específicas que sirven a las necesidades del propio cuerpo policiaco y de Puerto Rico. Este cuerpo necesita destrezas técnicas y sociales que les permitan cumplir a cabalidad con sus propósitos y conducir investigaciones efectivas en el área criminal.
Con los resultados de las investigaciones criminales se procede a responsabilizar a aquellos que cometen delitos. Es en el Tribunal de Primera Instancia, Sala Superior, donde se inicia un proceso judicial criminal contra una o varias personas identificadas como posibles autores o coautores de la comisión de un delito o su tentativa. Esta identificación es posible gracias a la investigación criminal realizada por la Policía y en colaboración con las agencias que asisten en la recolección y análisis de la evidencia, como lo es el Instituto de Ciencias Forenses. La evidencia que se colecta en una escena de crimen debe descubrir la verdad de lo sucedido y, para ello, se requiere del uso de un método científico, de unas técnicas de recolección de evidencia, de un cumplimiento del debido proceso de ley y de una práctica ética en todo momento.
La Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Barranquitas, gesta la profesionalización, desde el ámbito legal, técnico y social, de investigadores de escenas de crimen. A través de nuestro programa en Justicia Criminal, capacitamos a nuestros estudiantes a desempeñarse en áreas indispensables para una investigación de escena efectiva, de calidad y ética, enfocada en el descubrimiento de la verdad. En nuestro Recinto ofrecemos la base sobre los Derechos Humanos y Civiles (curso CJUS 2070) que deben velarse a la hora de hacer cumplir las leyes e intervenir con personas mientras se procura mantener el orden público y cuando se trate de asuntos relacionados a la comisión de un delito. Educamos sobre las funciones de los componentes del Sistema de Justicia Criminal (curso CJUS 2080) y la relación de cada una de estas agencias con la investigación criminal y la administración de la justicia. En ese proceso, enseñamos el origen del Derecho Penal (curso CJUS 3025) y sus propósitos, el cual no es uno punitivo, sino uno de prevención y rehabilitación.
Para capacitar sobre el manejo de una escena de crimen, instruimos sobre las teorías detrás de las técnicas de Investigación Criminal (curso CJUS 3250) para luego llevarla a la práctica con el equipo que tenemos en nuestro laboratorio de investigación. Educamos sobre los tipos de evidencia que podemos encontrar en una escena de crimen y las técnicas para el levantamiento, embalaje y etiquetaje de la prueba. Dentro de los tipos de evidencia debemos asignarle importancia a la evidencia testifical que podemos adquirir realizando Entrevistas e Interrogatorios (curso CJUS 3030), ya sea obteniendo el testimonio de las víctimas y testigos o las admisiones y confesiones de los sospechosos de delito. Antes de poner un pie sobre el perímetro donde se ubica la escena del crimen, es necesario idear un plan estratégico que permita iniciar esa indagación de evidencia alterando lo menos posible esa escena y la prueba que existe dentro de ella. Para esto, adiestramos sobre los métodos de búsqueda y su apropiada implementación. Sobre esta escena, instruimos acerca de la aplicación de las ciencias auxiliares y sus técnicas para la investigación criminal utilizando los conocimientos en la Investigación Forense (curso CJUS 3241). Estos saberes comprenden prácticas como: el manejo de huellas dactilares, el manejo de pruebas de sangre y la reconstrucción de escenas de crimen. Toda esta evidencia debe ser custodiada para su futura presentación en los tribunales y es por ello que, para el Manejo y Tramitación de la Prueba (curso CJUS 4040), enseñamos lo necesario para cumplir con el debido proceso de ley y salvaguardar los derechos constitucionales que asisten a todo ciudadano. Estos derechos se protegen siguiendo lo establecido en diversas leyes, entre ellas, las Reglas de Evidencia de Puerto Rico, las Reglas de Procedimiento Criminal de Puerto Rico y a través de jurisprudencias como Miranda v. Arizona 384 U.S. 436 que regulan la investigación criminal.
Es medular que el investigador de una escena de crimen tenga una formación holística que le permita desempeñarse de forma profesional e integral y que pueda estar preparado para atender las situaciones que se presenten. Para hilar ese conocimiento interdisciplinario, el investigador debe comprender las etapas del desarrollo fisiológico y los procesos que acompañan a la Psicología (curso PSYC 1051) de cada individuo a lo largo de su vida. Agregamos un componente más práctico al instruir sobre casos que puedan suscitarse y sea necesario ejecutar técnicas de Intervención en Crisis (curso PSYC 4520) efectivas a testigos, víctimas y sospechosos. De igual forma, el profesional debe conocer la influencia que el entorno tiene sobre los seres humanos. Estudiando la Sociología (curso SOCI 1030) entendemos que, como seres sociales, el ambiente social influye en la conducta humana. Así mismo, analizamos los Problemas Sociales en Puerto Rico (curso SOCI 3753), la raíz de éstos y su relación con la incidencia criminal para tener una visión más amplia de las realidades que se viven en nuestro país. Con el conocimiento que ofrecen estas disciplinas, el investigador ha de tener la conciencia social y empatía necesaria para integrar las teorías sociales como parte del arte que implica implementar las técnicas de investigación.
Por otro lado, las Víctimas del Crimen (curso CJUS 2050) son unas de las partes envueltas en la comisión de un delito que no pueden ser olvidadas por el investigador. En el proceso de investigación, las personas victimizadas pueden ofrecer información vital para el descubrimiento de la verdad y la identificación de los responsables del delito que se denuncia. No podemos cometer la imprudencia de extraer el testimonio de la persona victimizada y dejarle sin asistencia durante la entrevista y posterior a esta. El investigador debe evitar revictimizar a la persona en el proceso de recolección de este tipo de evidencia. Es por esto que educamos sobre la responsabilidad de atender a las personas victimizadas por la comisión de un delito y sobre el deber del investigador de ofrecer un trato respetuoso y libre de prejuicios en todo momento. Enseñamos que esa atención debe ir acompañada de seriedad, empatía y orientación sobre los procesos que puedan atravesar y los servicios que pudieran solicitar.
Para cumplir, de principio a fin, con los procesos de una investigación criminal y lograr un desenvolvimiento objetivo, empático, comprometido y de calidad, la Ética y Responsabilidad Social (curso GEPE 4040) debe ser reforzada en cada investigador. Los principios éticos se enseñan contantemente, de forma directa e indirecta, en el quehacer de la docencia y dentro de discusiones teóricas y prácticas de las disciplinas. Por todo lo antes expuesto, nuestro programa en Justicia Criminal es idóneo en la formación de profesionales de calidad. La Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Barranquitas se distingue en promover principios éticos dentro y fuera del aula, formando profesionales competentes e íntegros al servicio de nuestra comunidad y la sociedad en general. En este Recinto desarrollamos profesionales cuyo norte será convertirse en agentes de cambio social asistiendo en la administración de la justicia de nuestro país.
Referencias:
Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. (1952). https://www2.pr.gov/sobrepuertorico/documents/elaconstitucion.pdf