ADN en la escena del crimen: ficción vs. realidad

La autora Paola N. Rivera, estudiante de 5to año de Justicia Criminal, analizando una muestra

En algún momento nos hemos topado con una serie o película que involucre la comisión de un delito y la presencia de ADN en la escena, pero ¿hasta qué punto todo lo que vemos es real? Eso que conocemos como ADN es la abreviatura para ácido desoxirribonucleico y es una molécula compleja que se encuentra dentro de cada célula de nuestro cuerpo. Es aquí donde está toda nuestra información hereditaria y las instrucciones necesarias para crear y mantener la vida (Moreno, 2019). Es importante destacar que los seres humanos coincidimos en casi un 99.9% de nuestra información genética (Moreno, 2019). Ese 0.1% es lo que permite a los técnicos del laboratorio forense diferenciar e identificar a las personas cuyo ADN podemos encontrar en la escena de un crimen.

Las pruebas de ADN son consideradas como una de las evidencias más importantes para la identificación de personas sospechosas de un delito (Villalobos, 2017). Algunos de los lugares en donde podemos encontrar el ADN es en gotas de sangre y depósitos de semen, aunque puede estar en otras partes como objetos, ropa, piezas de evidencia y hasta sobre las personas victimizadas, aunque no lo veamos. Sin embargo, es posible detectar la presencia del ADN al esparcir unas sustancias llamadas luminol y fluoresceína que crean una reacción química observable en la oscuridad con el uso de luces especializadas (Harris, 2002). Verlas a plena luz, como suele mostrarse en las películas, no es posible.

Por otra parte, la ficción nos presenta que los resultados de las pruebas se obtienen de forma inmediata. Como nos explica Villalobos (2017), un análisis de ADN tarda horas, ya que se basa en una reacción química que tiene unos ciclos de temperatura y de tiempo. Nos explica este autor que el primer paso es realizar una extracción para separar el ADN de otros componentes celulares como la mucosa oral en saliva, los fluidos vaginales o los leucocitos en la sangre. Luego, se debe medir el ADN para conocer su concentración y saber qué tan puro está. En el siguiente paso, se amplifica la muestra por una reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que es una enzima capaz de replicar ácidos nucleicos. Esto nos ayuda a generar muchas copias de secuencias de lo que genera el perfil genético. Finalmente, se implementa la técnica de electroforesis capilar, con la que se separan las diferentes moléculas que se encuentran en la muestra analizada, con la finalidad de que nos ofrezca un perfil parcial del ADN.

Una vez que se ha obtenido el perfil de ADN, se compara con los perfiles existentes en las bases de datos que almacenan este tipo de información. Agencias de ley y orden guardan perfiles de personas cuyo ADN ha sido encontrado en escenas de crimen (“Interpretando la genética forense”, 2017). Si dos perfiles de ADN tienen exactamente el mismo patrón, entonces se dice que tenemos una coincidencia total. El detalle está en que, al contrario de la ficción, no siempre se encuentra a una persona compatible en la información que guarda el Sistema de Justicia. Aunque muchas bases de datos nacionales de ADN cuentan con un elevado número de perfiles genéticos, no contienen los perfiles de todos los habitantes de un país (Villalobos, 2017). Esto quiere decir que, aunque se recupere ADN del lugar donde se cometió un delito no se obtendrá una coincidencia si no existe la información de ese ADN en las fuentes de información consultadas. Así que el trabajo de los investigadores es mucho más complejo, y mucho más interesante de lo que se muestra en las películas.

Referencias

Harris, T. (2002). How luminol works. HowStuffWorks. https://science.howstuffworks.com/luminol1.htm

Interpretando la genética forense. (2019). Sense About Science. https://senseaboutscience.org/wp-content/uploads/2019/04/SaS-ForensicGenetics-spanish-translation-WEB-spreads-13_03-amend.pdf    

Moreno, M. (2019, 21 de mayo). ¿Qué es el ADN? Veritas Intercontinental. https://www.veritasint.com/blog/es/que-es-el-adn/

Villalobos, H. (2017). Las pruebas de ADN en el contexto forense. Revista de Ciencias Forenses de Honduras, 3(2), 28-38. http://www.bvs.hn/RCFH/pdf/2017/pdf/RCFH3-2-2017-8.pdf