Perspectivas teológicas y pastorales por la Dra. Elizabeth Conde Frazier
El pasado viernes, 24 de septiembre de 2021, se llevó a cabo el Cuarto Congreso de Espiritualidad y Teología en la Montaña, en el Anfiteatro del Instituto de Biotecnología Sustentable en el Recinto de Barranquitas. El mismo contó con la Dra. Elizabeth Conde Frazier como la ponente principal, quien comienza su presentación estableciendo como contexto la temporada de pérdidas que hemos sufrido los puertorriqueños. Resalta que Puerto Rico perdió en la década pasada el 11.8% de su población, esto causado por factores como el paso del huracán María, la inseguridad ciudadana y la baja en nacimientos. Otro factor que empeora la situación es la tasa de pobreza en Puerto Rico, que asciende al 60% en algunos pueblos de nuestro archipiélago antillano.
Uno de los temas que se destacan lo es el efecto del COVID-19 en la tasa de positivismo en la Isla. La Dra. Frazier menciona estadísticas que señalan el impacto de los contagios en la vida cotidiana de los puertorriqueños. La cultura de los abrazos y relaciones cercanas quedaron atrapadas y confinadas dentro de los hogares que guardaban experiencias tóxicas y sufrimientos sin divulgar. Ante esa realidad, el sufrimiento afecta de manera intensa la dimensión espiritual.
La Dra. Frazier nos platicaba que, en la Sagradas Escrituras, específicamente en el Libro de los Salmos, el salmista evoca sus lamentos y angustias ante la adversidad. La ponente resalta varios salmos, entre ellos el Salmo número 13, que señalan una jornada de fe en medio del sufrimiento. El lamento es la fe que hace travesía pasando por la duda, por el dolor, por el silencio, por el llanto, por el vacío y por el desierto. Además, puede ser expresión pública donde cantamos el dolor de los demás porque no pueden hacerlo por ellos mismos.
Ante lo anteriormente expresado nuestra ponente plantea una pregunta profunda, teológica y medular, ¿qué pastoral podremos construir? Esa pastoral se traduce en llamadas telefónicas, mensajes de texto, el envío de canastas de alimentos y artículos de primera necesidad entre otras muestras de solidaridad y sobre todo de amor. Es importante destacar dentro de esta ponencia lo que fue llamado una espiritualidad del aprecio donde todos demostremos el desprendimiento solidario que fortalece esa fe colectiva. Es interesante que nuestra conferenciante utiliza el concepto resurrección para afirmar la vida en medio de la pandemia, que nos ha llevado al descubrimiento de nuevas oportunidades y de nuevas capacidades que dejan ver nuestra resiliencia.
Finalmente, la Dra. Frazier nos alienta a cultivar todo lo que nos ayude a continuar con el día a día como una generación que se mantiene de pie ante la adversidad.
- Cultivemos la resiliencia, lo mejor que este viento del COVID-19 pueda agitar dentro de nosotros, tales como el sentido del humor, la flexibilidad o disposición a cambiar, el pensar en más posibilidades: yo puedo seguir inventándome, me repienso, me lleno de energía, descubro nuevas capacidades dentro de mí que se encontraban escondidas… esto es resurrección 101 en tiempos de COVID.
- Cultivemos la generosidad, el aprecio por aprender cosas nuevas, el crear un propósito en la vida, el reactivar la espiritualidad personal entre otras.
- Cultivemos todo lo bueno que puede salir del corazón y compartámoslo.
- Levantémonos, unos a otros, pues no hay mayor fuerza que el amor.